Como su nombre indica, los dividendos ordinarios corresponden al desarrollo normal de la actividad de la empresa, mientras que los dividendos extraordinarios corresponden a hechos no habituales. A veces las empresas tienen resultados extraordinarios, por ejemplo de vender una filial, y deciden repartir esos beneficios entre sus accionistas. Por otro lado, si las acciones cayeron entre un 10% y un 20%, una buena mayoría de los inversores aún no se venderá por temor a lamentarse. Si venden y la acción procede a rebotar de manera significativa, se echarán y se arrepentirán de sus acciones. Entonces, ¿cuándo debería vender sus acciones? Uno de los temas más frecuentes en bolsa son los dividendos, ¿cuándo comprar las acciones para recibir el dividendo? ¿puedo cobrar el dividendo y después vender? ¿qué derechos tengo?, etc… En este post queremos contestar a algunas preguntas sobre este tema en profundidad, un pequeño resumen que quizá resuelva algunas de vuestras dudas.